miércoles, 8 de junio de 2011

Del cajón de-sastre

Conocer está al alcance de todo el que busca; encontrar, al de todo el que se esfuerza; y saber, al del que encuentra lo necesario para ser feliz. Pero ser sabio... No, intentar ser sabio no está al alcance de cualquiera que busque, ni de cualquiera que encuentre; ¡ni siquiera del que haya obtenido inteligente y práctico resultado de búsqueda!. Que llueva hacia el cielo, porque después de todo ser sabio es eso, imposible (a lo infinito es mejor ponerle la meta en el intento), consiste en interiorizar ese resultado en la propia vida, y saber aprovecharlo con la razón (en todos sus sentidos). ¡Y cómo cuesta! Ya se ve si cuesta. Una vida entera. ¿Y se consigue?
                           El búho, símbolo de la sabiduría.